Con imponentes símbolos que evocan majestuosidad y poder, dioses y faraones míticos, así como grandes inventos tecnológicos que transformaron el curso de la historia, nos hemos acostumbrado a contemplar a Egipto y Sumer como las civilizaciones más antiguas y avanzadas de la historia. Sin embargo, las investigaciones científicas más recientes sugieren que entre Pakistán e India, se encuentra una enigmática civilización antigua anterior incluso a estas dos impresionantes culturas.
El Telescopio Espacial James Webb, ese prodigio de la exploración espacial, una empresa conjunta entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la venerable Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), ha registrado una visión intrigante en las profundidades de la Nebulosa de Orión.
Bajo la majestuosa sombra del volcán Popocatépetl, en el rincón ancestral de Atlixco, México, un misterio enterrado en las páginas del tiempo ha encontrado su voz.
Las criptomonedas son monedas digitales descentralizadas que utilizan tecnología de criptografía para asegurar y verificar transacciones y para controlar la creación de nuevas unidades de la moneda.
Nos llegan noticias extraordinarias desde Karahan Tepe, una ubicación situada a unos 35 kilómetros de Gobekli Tepe, sin lugar a dudas conectada con este sitio milenario. Karahan Tepe se encuentra en el corazón del llamado Triángulo de los Ríos en Turquía.
Los hallazgos en Göbekli Tepe cuestionan la línea temporal de la civilización humana y plantean la posibilidad de una civilización avanzada antes de la glaciación, mucho antes de lo registrado en nuestros libros de historia.
En el vasto mundo de los mapas antiguos, encontramos representaciones peculiares de la región del Ártico, lo que hoy conocemos como el Polo Norte. Uno de los mapas más intrigantes es el "Septentrionalium Terrarum Descriptio" de 1595, elaborado por Gerardus Mercator, un destacado cartógrafo flamenco.
El 25 de noviembre de 1915, un exhausto Albert Einstein presentó ante la Academia Prusiana de las Ciencias lo que hoy conocemos como la teoría general de la relatividad. Cuatro años después, en mayo de 1919, el astrónomo más renombrado de su tiempo, Sir Arthur Eddington, regresaba de una expedición en la isla Príncipe con datos cruciales para respaldar esta teoría. El cosmos se comportó tal como lo había predicho Albert Einstein. La relatividad general fue confirmada, y su creador alcanzó la fama mundial. Nació una nueva estrella, el digno sucesor de Isaac Newton: Albert Einstein.
En los últimos años, ha surgido una abundante evidencia que respalda la existencia de continentes antiguos y místicos, floreciendo en las brumas del tiempo. Un ejemplo notable es el continente perdido de Zelandia, el 95% de cuyas tierras descansan sumergidas en las profundidades oceánicas en la actualidad.
En la vasta esfera de la geometría sagrada, la Flor de la Vida emana como un símbolo de poder inigualable. A lo largo de la historia, numerosas culturas han reverenciado esta figura, mientras que la ciencia moderna ha reconocido su inherente sentido fractal, conectándonos desde el microcosmos hasta el macrocosmos.
En el vasto escenario del mundo, yacen los vestigios de civilizaciones que siguen desafiando a los eruditos más avezados. Entre estos enigmas, se erige Puma Punku, un conjunto de estructuras misteriosas y extrañas que han dejado al mundo sumido en un mar de interrogantes.
Situada en medio del vasto océano pacífico, es uno de los puntos habitados más remotos de la Tierra, donde a 2000 kilómetros a la redonda no hay nada más que agua. La misteriosa Isla de Pascua es un verdadero tesoro de la humanidad.
Un grupo de incansables investigadores ha desvelado los secretos sumergidos en el legendario Thonis-Heracleion, una ciudad anclada en la memoria de la antigüedad, ubicada en las cercanías de la grandiosa Alejandría, erigida por el inmortal Alejandro Magno.