¿Qué es Bitcoin?

Bitcoin es la pionera criptomoneda del mundo, respaldada por la primera red pública blockchain del planeta. Su función es sencilla: permite el envío y recepción de valor entre personas de todo el mundo con tan solo una computadora y una conexión a Internet.

¿Por qué resulta revolucionario? A diferencia de cualquier otro medio para transferir dinero en línea, Bitcoin opera sin requerir la confianza de intermediarios, eliminando la necesidad de corporaciones en el proceso. Bitcoin representa la primera infraestructura pública de pagos digitales, y la palabra "pública" adquiere aquí un significado crucial, pues implica que está al alcance de todos. No es propiedad de una única entidad. Así como disponemos de infraestructuras públicas para compartir información a través de páginas web o correo electrónico (denominadas Internet), Bitcoin es la primera infraestructura pública para pagos digitales.

Hasta la llegada de Bitcoin, para efectuar un pago a distancia a través de teléfono o Internet, se requería la intervención de un banco privado, que llevaba un registro de las transacciones en su libro mayor, debitando de una cuenta y acreditando en otra. En caso de que las partes involucradas tuvieran diferentes bancos, esto generaba múltiples entradas en distintos libros mayores. Con Bitcoin, el libro mayor es la blockchain pública, accesible a cualquiera que desee añadir una entrada. Los Bitcoins pueden transferirse a personas independientemente de su nacionalidad, raza, religión, género, orientación sexual o solvencia crediticia. Además, es posible crear una dirección Bitcoin sin costo alguno para recibir pagos de forma digital. En resumen, Bitcoin es la primera forma de dinero público universalmente accesible.

A pesar de no ser perfecto, ya que aún no se acepta en todas partes ni se utiliza como referencia de precios en todos los casos, ni siempre es el mejor refugio de valor, Bitcoin funciona. Su capacidad de funcionar sin intermediarios de confianza es una hazaña impresionante. Representa un avance en la ciencia informática y será fundamental para la libertad y el progreso humano, de manera similar a como lo fue el surgimiento de Internet.

Sin embargo, Bitcoin es solo el inicio de una transformación más amplia. Si logramos reemplazar las infraestructuras privadas de pagos, podremos deshacernos de otros puntos de estrangulamiento en la interacción humana. ¿Por qué deberíamos optar por construir más infraestructuras públicas? ¿Por qué deberíamos preferir blockchains sobre intermediarios corporativos? ¿Por qué deberíamos tolerar ineficiencias cuando podemos hacerlo mejor?

La red Swift, por ejemplo, ha sufrido pérdidas millonarias debido a hackeos en bancos de Bangladesh, Vietnam, Ecuador y Rusia, siendo la mayoría de estos ataques atribuidos al gobierno de Corea del Norte. Incluso empleados corruptos de un banco indio lograron certificar mensajes Swift de manera fraudulenta, perpetrando un robo de 1.800 millones de dólares, el mayor de la historia. En octubre de 2016, aproximadamente 1.2 millones de dispositivos conectados a Internet fueron hackeados y utilizados para bloquear importantes sitios web en Europa y Estados Unidos, incluyendo CNN, Fox News, The New York Times y The Wall Street Journal.

Cada vez más dispositivos físicos se conectan a Internet para mejorar sus capacidades, pero lo hacen a través de servidores privados mantenidos por intermediarios de confianza. Lo que conocemos como el "Internet de las cosas" ha sido víctima de hackeos, desde marcapasos en hospitales San Jude hasta monitores de bebés trennet y autos de la compañía Jeep, que pueden ser tomados remotamente y conducidos fuera de la carretera.

Estas vulnerabilidades son inevitables en sistemas con puntos únicos de fallo, ya sea una corporación o un gobierno. No debería existir un solo punto de fallo o estrangulamiento. Antes de Internet, ya existían problemas similares cuando se intentaba enviar un mensaje que debía pasar por uno o varios servidores. Las empresas privadas son esenciales, pero ninguna infraestructura crítica debería depender exclusivamente de una o dos empresas.

Internet eliminó los puntos únicos de fallo en la infraestructura de comunicaciones y fomentó la competencia entre las nuevas empresas de medios de comunicación que surgieron en su plataforma. De manera similar, la blockchain tiene el potencial de desintermediar pagos críticos y aplicaciones en la red. Aunque la tecnología aún no está preparada para responder a todas estas preguntas, representa nuestra mejor esperanza. Así como en los años 90 necesitamos políticas que favorezcan la innovación para que estas tecnologías florezcan y beneficien a la sociedad, garantizando la seguridad de todos.