Civilizaciones desaparecidas

¿Por qué florecientes civilizaciones adelantadas a su época se desvanecieron en el tiempo? ¿Por qué sus habitantes parecen haberse desvanecido, dejando atrás sus grandiosos logros arquitectónicos? 

Estas son preguntas que resuenan una y otra vez cuando exploramos las publicaciones más exigentes, especializadas en historia y arqueología. Cada vez más antiguos vestigios desafían creencias que alguna vez consideramos inquebrantables, cuestionando la idea de que las civilizaciones son un fenómeno reciente.

Nuestros antepasados, a pesar de sus limitados recursos, lograron erigir asentamientos permanentes, establecer rudimentarias estructuras de gobierno y proporcionar servicios básicos a sociedades en crecimiento. Sin embargo, muchas de estas civilizaciones se desintegraron en un breve lapso de tiempo, dejando atrás misteriosos rompecabezas para los arqueólogos. A continuación, presento una lista de civilizaciones ancestrales que desaparecieron en la bruma del tiempo.

La cultura Clovis, cuya historia se torna cada vez más enigmática al ser examinada, se considera la población primigenia de América, habiendo cruzado el estrecho de Bering desde Asia hace aproximadamente 13 mil años. Sin embargo, las teorías tradicionales son cuestionadas por estudios genéticos recientes que sugieren una llegada anterior de poblaciones desde el Pacífico sur. Independientemente de su origen, la cultura Clovis desapareció abruptamente, dejando un vacío en el registro arqueológico. Algunos argumentan que la sobreexplotación de recursos, enfermedades o cambios climáticos podrían haber sido las causas de su desaparición.

La civilización Cucuteni, también conocida como Tripiliana, floreció en lo que hoy es Rumania y Ucrania durante unos 2.250 años, a partir del año 5.500 antes de Cristo. Esta sociedad inusual estaba matizada por el poder femenino, donde las mujeres se encargaban de la agricultura y los hombres del ganado. Adoraban a la gran diosa madre, símbolo de fertilidad, y lograron establecer asentamientos con hasta 15,000 habitantes, un logro impresionante para su época. Sin embargo, repentinamente desaparecieron de los registros históricos, con la hipótesis Kurgan, que sugiere una conquista por la cultura de los Kurganes, como la teoría más prometedora. No obstante, persisten incógnitas en torno a su misteriosa desaparición, quizás debido a un cambio climático extremo.

La cultura del valle del río Indo, cuyos orígenes se remontan al año 7.000 antes de Cristo, se considera una civilización a partir de 3.500 años después. Dominando un territorio comparable al de Europa occidental actual, construyeron más de 100 ciudades, incluyendo las legendarias Mohenjo Daro y Harappa. A pesar de nuestro conocimiento limitado sobre ellos, junto a Mesopotamia, contribuyeron al germen de nuestra civilización actual. Eran expertos astrónomos y hábiles agricultores, aparentemente sin clases sociales ni ejército, viviendo en paz. Su creatividad se refleja en avances notables, como la transformación del algodón en tela y la presencia de sistemas de saneamiento en los hogares. Sin embargo, alrededor del año 1500 antes de Cristo, desaparecieron, posiblemente debido a invasiones de los arios desde el actual Irán o cambios climáticos, dejando un legado invaluable.

La enigmática civilización Nabatea, originaria de la península arábiga, alcanzó su apogeo alrededor del año 600 antes de Cristo. Destacaron por su arquitectura, como la majestuosa Petra, una ciudad tallada en la roca sostenida por un elaborado sistema de presas, embalses y canales. Aunque no practicaban la esclavitud, todos los habitantes contribuían al desarrollo social. Su prosperidad se debió al control de rutas comerciales que atravesaban su territorio. Sin embargo, Petra fue abandonada en el siglo IV antes de Cristo, posiblemente debido al cambio de las rutas comerciales, lo que plantea un enigma sin resolver.

El Reino de Aksum fue una civilización poderosa que gobernó partes de Eritrea, Etiopía, Somalia, Sudán, Yemen y Arabia a partir del siglo VI antes de Cristo. Su origen africano indígena y su posible conexión con el mítico Reino de Saba han desconcertado a los historiadores. Con su propio alfabeto y prosperidad derivada del comercio y la minería, se destacaron por la construcción de monumentales monolitos. Sin embargo, su decadencia y desaparición se atribuyen a un aislamiento económico o cambios en los patrones de inundación del Alto Nilo.

La historia nos revela una potente reflexión sobre el ciclo de las civilizaciones. Tras un período de esplendor, inevitablemente sigue el declive y la decadencia que finalmente las arrasa. A veces, estas civilizaciones perduran durante milenios, mientras que otras desaparecen en cuestión de siglos, ya sea debido a catástrofes, escasez de recursos, conflictos geopolíticos o absorción por sociedades más poderosas.